dc.description | Baltazar Corral Díaz, maestro en ciencias, recibió en 2020 su año sabático, el cual consiste en dedicarse, de lleno, por un año a la investigación científica.
El docente del Instituto de Ciencias Biomédicas decidió trabajar en colaboración con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), concretamente en el campo experimental, ubicado en Aldama, Chihuahua.
Su proyecto se enfoca en el estudio de las aguas residuales de la planta sur del estado, donde se busca analizar si es benéfico su uso para el cultivo.
“Todo lo teníamos programado perfectamente bien, hasta que se complicó con la situación de la pandemia. Nos quedamos en analizar las muestras de suelo y de plantas que obtuvimos, pero no podemos avanzar porque los laboratorios permanecen cerrados”, explicó.
Sin embargo, a pesar de las limitaciones, Baltazar ha aprovechado el periodo de aislamiento para realizar otras actividades con los datos que lograron recabar antes de que la contingencia comenzara.
La primera de ellas trata de un folleto técnico que habla acerca del sistema de riego de aguas residuales con el que se ha trabajado en el estado por más de 20 años, y del que más información se tiene nacionalmente.
“Es un trabajo que no estaba programado, y que nos ha demandado muchísimo tiempo realizarlo. Esperamos para diciembre tenerlo listo para su publicación”.
Adicionalmente, se tiene programado para octubre, de ser posible, colectas de chiltepín.
“Nada de eso estaba considerado inicialmente, pero las circunstancias nos han obligado a hacer más actividades”, expresó Baltazar.
En cuanto a la investigación central, dentro del comparativo en el uso de aguas residuales y agua limpia de pozo, se encontró que era posible un ahorro en el uso de fertilizantes, hasta del 30 por ciento del costo de producción de un cultivo, si se optaba por regar con agua residual.
“Faltan análisis para ver cuánto fertilizante se aplicó en cada riego, pero los datos que tenemos del desarrollo de la producción que se logró vemos que sí es importante el uso de las aguas residuales”.
En un primer análisis, agregó Baltazar, que se realizó en febrero, también se encontró que tales aguas no contienen muchos contaminantes.
“Todo está dentro de la norma oficial, y pensamos que se puede seguir utilizando satisfactoriamente”, aseguró.
Baltazar considera que en septiembre se puede terminar el análisis estadístico de los datos que se tomaron de las muestras.
Sin embargo, con la parte central del proyecto, que son los resultados del análisis de suelo y de planta, aún no se puede trabajar, debido a que los laboratorios permanecen cerrados.
Al inicio de la investigación, se contemplaba tener para finales de este año el proyecto terminado, pero debido a las limitaciones, es posible que se necesite una ampliación. Al final la investigación planteada tendrá un impacto sobre el bienestar de la población en la región a la cual atiende. | es_MX |